Los niños ya no se conforman con las videoconsolas: cada vez tienen acceso más pronto a dispositivos como smartphone, tablets y ordenadores; y como no, con conexión a internet.
Los progenitores no son ajenos a estos cambios que se han producido en las nuevas generaciones. De hecho, uno de cada diez padres considera que su hijo podría ser adicto a internet y el 54% considera que las amenazas de la red aumentan cada día más, según un estudio de la compañía de ciberseguridad Kaspersky Lab.
Las principales preocupaciones relacionadas con el uso de internet por parte de los menores son el visionado de contenidos inapropiados, que es el principal recelelo para el 39% de los padres, así como que puedan contactar con extraños a través de redes sociales o foros online (35%).
Lo cierto es que el 47% de los menores se enfrentan, al menos, a una amenaza anual en el entorno online, ya sea acceder a contenido inapropiado, contraer un malware o relacionarse con desconocidos.
Es por ello que el 37% de los padres afirman hablar de manera regular con sus hijos sobre los peligros de Internet y el 34% supervisa las conexiones que realizan los pequeños, lo que permite minimizar los riesgos al poder detectar las posibles amenzadas a la que podrían enfrentarse.