Si bien en estos tiempos parece difícil poder mencionar alguna profesión cuyos exponentes no estén expuestos a esa sensación de estar «quemado», los últimos estudios indican que los marketeros podrían ser más propensos al síndrome de burnout.
En efecto, es un informe de la consultora Neville Johnson el que advierte sobre la situación, señalando por ejemplo que los CMOs son, dentro de las cúpulas directivas, aquellos que permanecen menos tiempo en los puestos. Y de allí para abajo nada es sencillo.
La investigación está centrada más específicamente en la influencia negativa que el estrés y la ansiedad de quienes se dedican al marketing tienen en la forma en la que descansan. Pocos empleados sueñan tanto con el trabajo y sus complicaciones como éstos.
¿Qué dice el revelamiento acerca del sector?
Consultados al respecto los profesionales aseguran, en un 39%, que sueñan demasiado con sus obligaciones y que prácticamente todo son pesadillas, lo que les impide desconectar de sus labores incluso en esos momentos del día en los que se supone que deberían hacerlo.
En concreto, la diferencia entre los marketeros y otros empleados no está en la frecuencia con la que se sueña con el entorno laboral y sus tareas, sino en lo negativo de los sueños. Marketing Week cita que sólo sueñan con el trabajo para recordar lo peor de éste.
Y en cuanto al tipo de pesadillas, algunas de las más recurrentes están relacionadas con el llegar tarde al horario pactado para entrar al trabajo, con el no cumplir los deberes dados, con la aparición de problemas inesperados y con salarios menos a sus responsabilidades.
