Netflix y HBO son algunas de las plataformas en streaming que se están uniendo para terminar con la practica en la que muchos de sus usuarios comparten una misma cuenta, o bien para evitar pagar más o bien para que les salga gratis. Un método que cuesta millones de euros al año a las compañías.
Para solucionarlo, los ejecutivos de estas empresas están barajando diversas posibilidades para poner fin a un problema que ocurre habitualmente en las plataformas de contenidos en streaming. Algunas de las medidas que proponen son el uso de la huella dactilar para iniciar sesión o el restablecimiento de la contraseña de manera frecuente.
La unión entre estas compañías, recuerda a la que ya ocurrió dos años atrás cuando Netflix, HBO, Walt Disney Co. y Amazon.com Inc., entre otras, tuvieron que unirse para afrontar el problema del momento que era la piratería. Para ello, crearon un grupo llamado Alliance for Creativity and Entertainment o en español, Alianza para la Creatividad y el Entretenimiento.
En la actualidad, la causa que las ha unido es otra completamente diferente, pero a la que deben hacer frente juntos de nuevo. El director ejecutivo de Charter Communications Inc., Tom Rutledge, afirmó que siente que se esta “golpeando la cabeza contra la pared” y que “es demasiado fácil acceder al producto sin pagar por él”.
Pero no solo es importante por la dificultad de hallar una solución, sino también por la parte económica. Se estima que, por este problema, la industria de contenidos en streaming de pago perderá casi 6.000 millones de euros, según un informe publicado por Park Associates.
Y no solo eso, sino que, una vez hallada la solución para evitar que los usuarios compartan una misma cuenta, las compañías temen perder una gran cantidad de clientes. Calculan que numerosos jóvenes que hasta ahora gozaban de los servicios de forma gratuita o por un precio muy bajo, no quieran volver a contratar los servicios una vez finalizada su suscripción.
Actualmente Netflix, HBO y similares permiten la reproducción de sus contenidos en un numero determinado de transmisores. En el caso de Netflix, por ejemplo, la plataforma ofrece un plan básico donde solo se permite un aparato de transmisión. En cambio, en el paquete de premium, que es el mas caro, se pueden ver contenidos hasta en cuatro pantallas a la vez.
Ya veremos cómo las compañías afrontan la solución y si estas resultan molestas para los usuarios, quienes pueden entenderlas como una falta de confianza por parte de estas empresas. Sin duda alguna, las plataformas en streaming se encuentran en una importante encrucijada a la que deben rendir cuentas de manera inteligente y cuanto antes.
