El gigante tecnológico Amazon lucha por la sostenibilidad. Por ello, ha calculado que reducirá un 50% las emisiones de carbono de sus envíos, en 2030. Se trata del proyecto Shipment Zero, el cual cuenta con un equipo de 200 personas, entre las que se encuentran ingenieros, arquitectos y diseñadores. Estos se centrarán, de forma exclusiva, a desarrollar nuevas maneras de aminorar el impacto negativo de la empresa.
Uno de los principales desafíos para la marca es su servicio de entrega rápido, Prime, ya que tiene un elevado coste medioambiental. El problema está en que, al reducirse el tiempo de entrega, las emisiones contaminantes son mayores.
Amazon deberá encontrar el equilibrio entre seguir ofreciendo un servicio cómodo y rápido a sus más de 100 millones de miembros, a la vez que disminuye las emisiones de su actividad.
No es la primera vez que la compañía toma acciones al respecto. Lo hizo, por ejemplo, con la reutilización de envases o con la apuesta por la energía renovable. Ahora, su nuevo reto es disminuir el impacto medioambiental de su actividad logística.