El hombre más rico del mundo y dueño de Amazon, Jeff Bezos, ha sido aparentemente hackeado por el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán. Bezos pudo haber recibido el ataque a través de un vídeo de Whatsapp, que el heredero Saudí le envió a través de la red social.
Ocurrió el 21 de marzo de 2018 tras una velada en la que ambos hombres compartieron una cena, se intercambiaron los teléfonos y compartieron los intereses que pudiesen tener entre manos de dos de las personas más poderosas del mundo. Hasta ahí, todo normal. Sin embargo, semanas después del encuentro, Bin Salmán envió un vídeo por WhatsApp a Bezos, el cual pudo ser el desencadenante de un importante hackeo de su teléfono móvil.
Este hecho, evidencia la gran dificultad que supone evitar el espionaje en la era de la conexión. Sin embargo, el suceso, que pilló por sorpresa al dueño de Amazon, no evidencia que el mensaje con el virus fuese enviado directamente desde el teléfono del príncipe, ya que las cuentas de esta aplicación están vinculadas a un número que puede suplantarse con facilidad si eres un entendido en el tema.
Tras recibir el mensaje y abrirlo, Bezos comenzó a notar que su iPhone X empezó a comportarse de forma extraña y a mandar datos a un ritmo miles de veces superior al habitual. Los hackers habían logrado acceder a sus archivos y aplicaciones. El espionaje, duró hasta febrero de 2019, casi un año después, donde hubo jornadas en la que la salida de datos llegó a 4,6 gigas de información, más de 10.000 veces más de lo normal.
La información, que ha sido publicada este miércoles por las Naciones Unidas a través del informe completo elaborado por un exagente del FBI dice que, “los resultados iniciales no identificaron la presencia de ningún código malicioso, pero sucesivos análisis revelaron que el vídeo sospechoso había sido enviado a través de un programa de descarga encriptado en un servidor de WhatsApp”.
Es debido a este cifrado en la red social de WhatsApp, que el contenido de ese programa no ha podido ser establecido. Por tanto, las sospechas principales recaen en el software de descarga que apunta a empresas famosas en este terreno como la israelí NSO o la italiana Hacking Time, fabricantes de ese tipo de software.
A pesar del escándalo, Bezos podría ser tan solo una victima más en este puzle. En México, el Gobierno del anterior presidente, Enrique Peña Nieto, estuvo implicado en un caso de espionaje a activistas y periodistas con esta herramienta. Del mismo modo, varios amigos y confidentes de Jamal Khashoggi, el disidente saudí más famoso, también sufrieron importantes infiltraciones a través de WhatsApp o mensajes de texto.
Un curioso entramado de hackeos, del que sobretodo sorprende que haya ocurrido al hombre más rico del mundo y que ha hecho de la tecnología su fortuna. Para su tranquilidad, nadie sin información muy valiosa debe temer, en principio, que su móvil sea atacado con estas herramientas sofisticadas.