Este mes de septiembre se cumplen cinco años del dinosaurio de Chrome, personaje protagonista del minijuego que aparece en el navegador cuando el dispositivo se queda sin conexión, dejando la página web sin cargar, y que permite a los usuarios distraerse saltando cactus y esquivando pájaros.
Este juego aparece en el navegador cuando el usuario se queda sin conexión y se activa cuando el jugador pulsa la barra espaciadora. Se trata de un minijuego lineal que consiste en que el dinosaurio va corriendo sin parar hacia delante y el usuario tendrá que utilizar los distintos controles del teclado para esquivar los obstáculos que se le presentan en el camino como cactus o pájaros.
Solo existen dos controles, la barra espaciadora para saltar y la flecha de abajo para agacharse. Uno de los creadores del juego, Alan Bettes, cuenta que el objetivo era que el dinosaurio recordara a los juegos antiguos y que, por ello establecieron que el personaje solo podía tener movimientos rígidos.
Asegura que pensaron en incluir algunas características extra, como que el dinosaurio rugiera, pero finalmente se decantaron por «los pilares básicos de cualquier buen juego de correr: correr, agacharse y saltar».
En una entrevista al periódico francés Le Monde, otro de sus creadores, Sebastien Gabriel, ha asegurado que la figura del dinosaurio nació en 2012 cuando se incorporó al equipo de Chrome, dos años antes de que se creara el juego, como parte del desarrollo de un nuevo diseño para los mensajes de error del navegador.
El juego nació en septiembre de 2014 «de un esfuerzo por hacer las páginas de error más agradables, útiles e interactivas», cuenta Gabriel, que explica que «el objetivo estaba en reducir la frustación de los usuarios cuando una petición no tiene éxito».
En cuanto a porqué un dinosaurio T-rex, Gabriel explica que esta decisión se tomó porque «es un animal que siempre le ha agradado a nuestro imaginario común» y que, además, resulta ser una de las mascotas de Google: «tenemos el esqueleto de un T-rex en nuestro campus, para recordarnos que nunca tenemos que dar por sentado aquello que hemos logrado».