Google ha lanzado una variedad de vídeos reales propios manipulados para detener el ultrafalso o ‘deepfake’. En concreto, la base de datos de Google se ha añadido al repositorio FaceForensics benchmark, diseñado por la Universidad Técnica de Múnich (Alemania) y la Universidad Federico II de Nápoles (Italia).
El conjunto de datos se ha creado con la colaboración de actores pagados, quienes han grabado cientos de vídeos, los cuales fueron manipulados con métodos de generación de ‘deepfake‘ disponibles públicamente para crear miles de vídeos manipulados.
A pesar de que, los vídeos falsos pueden ser humorísticos, su generalización con herramientas de acceso público como las aplicaciones Zao o FaceApp, plantea cuestiones sobre la veracidad de lo que se está viendo y nubla los límites entre la realidad y la ficción. Por ello, la producción de vídeos reales y manipulados ayudará a Google a detectar el ‘deepfake’, así como a luchar contra el abuso de los medios sintéticos.