Dimite el presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero

RTVE

José Manuel Pérez Tornero ha dimitido como presidente de RTVE a través de una carta que ha enviado a los medios de comunicación. Ha dejado la presidencia, así como su puesto en el Consejo de Administración de la corporación de radiotelevisión, tras 18 meses en el cargo, desde marzo de 2021 cuando fue elegido por el Congreso de los Diputados.

En el comunicado, expone que «hace dieciocho meses, las Cortes, al concederme la presidencia de RTVE, me encargaron la misión de llevar adelante el proyecto de gestión que presenté al concurso público. Un proyecto que diseñaba una transformación profunda de la corporación. En el mismo instante en que yo tuviese indicios de que el proyecto que me habían encargado las Cortes no era viable, lo reconocería públicamente -sin dudarlo un segundo- y nunca me aferraría a la presidencia. Pues bien, ese momento ha llegado. Es ahora».

El contenido de la carta

En la carta recoge algunos de los hitos que ha logrado durante su tiempo al frente de RTVE: «la ampliación de nuestro compromiso con la programación relacionada con la ciencia, la cultura, el cine español, las artes creativas y el deporte»; renovar «formatos, programas y planes de producción que se encontraban, como mínimo, estancados», conseguir «el saneamiento económico con casi treinta millones de euros de beneficios en 2022 y la perspectiva de equilibrio en 2023» y lanzar la campaña «La Gran Consulta» para conocer la opinión de los ciudadanos sobre la radiotelevisión pública y sus expectativas sobre ella.

Además, recoge los objetivos que perseguía cuando se inició en el cargo: «Gestionar con un consenso amplio, sin partidismos; con profesionalidad e independencia; afianzar el pluralismo interno y dejar atrás la fragmentación corporativa».

Sin embargo, en el comunicado admite que «ya no se dan las circunstancias para seguir avanzando», ni «las condiciones mínimas para el consenso transversal, ni para la conformación de una mayoría plural, estable y coherente; y, en muchas ocasiones, ni tan solo el clima propicio al diálogo que necesitamos para culminar el proyecto. Lo cual dificulta mucho la gobernabilidad de la empresa, e impide llevar a cabo la transformación con la que todos nos habíamos comprometido».

Para terminar su carta expone su deseo de «manifestar que mantengo intacto mi compromiso con el servicio público de radiotelevisión, y la convicción de que sigue siendo esencial para nuestras democracias».

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