Las compras del usuario están cada vez más impulsadas por lo ecológico que es un producto, es por ello que, las marcas están empezando a adoptar nuevas tecnologías para determinar cuáles son los que mejor se adaptan a las necesidades y deseos de sus clientes.
En este aspecto, una investigación elaborada por el medio MarketingTech, a través del Global Web Index (GWI) en 2019, muestra que, si bien el precio sigue siendo abrumadoramente el principal impulsor de las compras para los consumidores, estos también desean más acciones sobre cuestiones ecológicas y éticas en las marcas de belleza.
Es por este motivo que, las compañías especializadas en este mercado, están comenzando a tomar decisiones significativas en este aspecto basadas en tres aspectos principales: la sostenibilidad, la idoneidad y la inclusión. De este modo, también están adoptando nuevas tecnologías como la realidad aumentada y las aplicaciones móviles para ayudarlos a tomar esas decisiones.
Para el estudio se elaboró una encuesta a 4.487 mujeres usuarias de Internet, con edades comprendidas entre 16 y 64 años y en ocho mercados clave. Los resultados mostraron que casi la mitad de ellas (43%), pagaría más si el embalaje fuera respetuoso con el medio ambiente. Del mismo modo, alrededor de dos tercios (67%), piensa que el embalaje debe ser ecológico, y el porcentaje restante (56%), pagaría más si los productos se hicieran con ingredientes naturales u orgánicos.
Dados los resultados, no es de extrañar que las marcas con visión de futuro estén respondiendo a esta creciente demanda de capitalismo consciente por parte de los consumidores: una tendencia que esperamos que continúe a medida que los consumidores exijan soluciones más adecuadas y comprensivas con el medio ambiente en cada área de sus vidas.
Actualmente, el exceso de envases de plástico no reciclables se encuentra entre los principales problemas de belleza sostenible. La organización no gubernamental de la Unión Europea, Zero Waste Europe, informó en 2018 que se producen más de 120 mil millones de unidades de envases en la industria cosmética mundial anualmente.
Algunas marcas de productos de belleza que ya están tomando medidas ecológicas
L’Oreal se ha comprometido públicamente con un embalaje 100% ecológico para 2025 y Lush es pionero en el movimiento de cero embalajes al fabricar productos en formato sólido, como sus populares champús. Otras compañías también están trabajando para disminuir su huella de carbono e innovando tanto en los productos que venden como en las propias cadenas de suministro.
Este año, Procter & Gamble lanzará una línea para el cuidado del cabello llamada Waterless en los Estados Unidos, que inicialmente fue diseñada para fomentar la conservación del agua en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, con el fin de ayudar a preparar a los residentes para el día en el que las fuentes de agua se sequen y comience el racionamiento.
Los minoristas también se están adaptando e incluso ayudando a impulsar el aumento del capitalismo consciente. Por ejemplo, Net-a-Porter ha lanzando una sección comercial dedicada a productos de belleza y cuidado de la piel sostenibles, además de sus ediciones de ropa ética introducidas el año pasado.
Un paso hacía la conciencia ecológica
La investigación además sugiere que, los consumidores eligen cada vez más estos productos no porque tengan que hacerlo, sino porque quieren hacerlo. Y aunque por el momento las compras en tienda son las que predominan, el primer impacto para ello suele producirse a través de publicidad en Internet y a través de personas como los influencers en Redes Sociales.
Ahora el reto y el interés de las marcas radica en cómo llegar a esta audiencia receptiva. Las nuevas tecnologías están empujando a los consumidores en su camino hacia la compra. Por lo que las marcas deberían pensar en invertir en tales herramientas digitales. Las audiencias más jóvenes y las personas con altos ingresos están particularmente interesadas en las nuevas tecnologías, pero también necesitan más información antes de adoptarlas por completo.
Con los consumidores buscando activamente más información para validar y justificar sus elecciones de belleza, las marcas que ponen la sostenibilidad en el centro de sus esfuerzos y lo comunican de manera honesta y transparente, estarán mejor posicionadas. En otras palabras, las acciones de las compañías de belleza deben virar y convertirse en acciones más que superficiales.