Su nombre es PTK1 y ha sido considerado como “el edificio más inteligente del mundo”. Cuenta con 14.000 sensores y produce entre 50 y 100TB de datos al día. Pertenece a la empresa Intel, la mayor fabricante de circuitos integrados del mundo, y se encuentra ubicado en Israel.
En la actualidad es el nuevo centro de desarrollo de alta eficiencia de la compañía y supone una clara apuesta por la sostenibilidad. Mide más de 74.325 metros cuadrados, repartidos en once plantas. Actualmente, reúne a un total de 2.000 empleados de la compañía que anteriormente se encontraban repartidos entre ocho instalaciones ubicadas en cinco campus diferentes.
Fue inaugurado en septiembre de este año. Se encuentra en Petach Tikva, una ciudad del Distrito Central de Israel. Una curiosa característica de la construcción es que está elaborada a partir de materiales reciclados y renovables. Dispone, además, de paneles solares, iluminación LED, sistemas de ventilación HVAC que destacan por ser “altamente eficaces” y fachada de doble revestimiento, lo que hace que consuma un 25% menos de energía.
Del mismo modo, el edificio utiliza sus 14.000 sensores para vigilar y controlar la iluminación, temperatura, ventilación, aparcamiento, disponibilidad de salas de conferencias y otros servicios y sistemas del mismo. Además, ejecuta de forma independiente sus diversos sistemas y funciones haciendo uso de la Inteligencia Artificial para tomar decisiones.
En cuanto a la cantidad de datos que produce, entre 50 y 100TB por día, son analizados a tiempo real por un sistema de gestión de instalaciones que no necesita de intervención humana para funcionar.
Razones no faltan para entender el porqué de que este edificio haya sido denominado como el más inteligente del mundo. Gracias a sus innumerables capacidades, consigue adaptarse automáticamente a sí mismo y a sus sistemas, y logra proporcionar el mejor entorno de trabajo para los equipos que integra.
Una tecnología de vital importancia que hasta el momento, se encarga de desarrollar las tecnologías y productos que forman la base de un mundo centrado en los datos.