La Generalitat de Catalunya ha otorgado a título póstumo la Medalla de Oro al fundador de Mango, Isak Andic, en reconocimiento a su trayectoria empresarial y su impacto en la economía y la sociedad catalana. La ceremonia, celebrada en Barcelona, reunió a destacadas personalidades del ámbito político, empresarial y cultural, que rindieron homenaje a una de las figuras más influyentes de la moda española.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, fue el encargado de entregar el galardón a Toni Ruiz, presidente y CEO de Mango, en presencia de la familia de Andic. En su discurso, Illa destacó el legado del empresario y su contribución al crecimiento económico de Catalunya, España y Europa.
«Es un ejemplo de cómo personas venidas de fuera hacen grande el país. Su trabajo y visión han sido fundamentales para el desarrollo del sector textil y el reconocimiento de la moda española a nivel internacional», expresó el presidente.
El acto contó con la presencia del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni; el presidente del Parlament, Josep Rull; el delegado del Gobierno, Carlos Prieto; y diversos consellers de la Generalitat. También asistieron representantes del mundo empresarial como el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre; el presidente de Pimec, Antoni Cañete; el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu; y el presidente de Aena, Maurici Lucena. A ellos se sumaron figuras del ámbito cultural y creativo como el publicista Lluís Bassat y el escultor Jaume Plensa.
Isak Andic: Un empresario visionario y discreto
Toni Ruiz, quien recogió el reconocimiento en nombre de la familia de Andic, describió al fundador de Mango como un «auténtico visionario» que logró convertir su empresa en un referente mundial de la moda.
«Isak Andic no solo creó una de las marcas más reconocidas del mundo, sino que también contribuyó al progreso económico, social y cultural de Catalunya. Su compromiso con la excelencia y su espíritu emprendedor continúan siendo una inspiración para todos nosotros», señaló Ruiz.
A lo largo de su vida, Isak Andic mantuvo un perfil bajo en los medios, dejando que su trabajo hablara por él. Su liderazgo, basado en la empatía, la proximidad y la generosidad, le permitió construir una empresa con presencia en más de 100 países. Ruiz recordó que Andic siempre defendió que el éxito empresarial debía ir acompañado de un compromiso con la sociedad y que su propósito era generar empleo y oportunidades para las nuevas generaciones.
Un referente en la moda y el emprendimiento
El presidente ejecutivo de Puig, Marc Puig, quien mantenía una estrecha amistad con Andic, fue el encargado de dedicar unas palabras en su memoria. En su intervención, destacó la profunda huella que dejó el empresario en la industria de la moda y en el ecosistema empresarial de Barcelona.
«Su pérdida fue como un golpe que te deja sin aliento. Isak tenía un talento innato para reconocer lo bello y lo útil, una avidez insaciable por aprender y una capacidad de liderazgo natural. Era un emprendedor nato, pero también un empresario excepcional, que supo equilibrar visión y gestión con maestría», expresó Puig.
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, también elogió la figura de Isak Andic, resaltando su papel en la transformación de la ciudad como un polo de atracción para la moda y los negocios.
«Contribuyó como pocos a construir una ciudad ambiciosa, sin límites. Su legado sigue presente en cada rincón de Mango y en la Barcelona que ayudó a proyectar al mundo», afirmó Collboni.
Un legado que trasciende el negocio
Más allá de su éxito en la moda, Isak Andic siempre mostró un fuerte compromiso con la sociedad y la filantropía. A lo largo de su carrera, apoyó diversas iniciativas sociales y culturales, colaborando con entidades para fomentar el emprendimiento y la educación.
Su visión empresarial, basada en la innovación y la sostenibilidad, sigue marcando el rumbo de Mango, que recientemente ha reforzado su presencia en el sector del hogar con la apertura de su primera tienda independiente de Mango Home en Barcelona.
El homenaje dejó en claro que el legado de Isak Andic va más allá del éxito empresarial: su influencia sigue presente en la economía, la moda y la sociedad catalana. Con la Medalla de Oro de la Generalitat, Catalunya reconoce no solo a un gran empresario, sino a un hombre que dedicó su vida a construir un futuro mejor para su tierra y su gente.
