La mayoría de los Chief People Officers (CPO) son conscientes de que necesitan nuevas habilidades para cumplir con las funciones de su rol en el siglo XXI, pero pocos están preparados, y señalan la falta de desarrollo profesional e inversión por parte de la alta dirección.
Esta es una de las principales conclusiones del estudio realizado por la consultora Willis Towers Watson junto con HR People + Strategy entre más de 500 directivos, y cuyo fin es analizar los cambios que se han de afrontar para el desarrollo de la próxima generación de directivos de RRHH.
En el futuro, los CPOs necesitarán diferentes habilidades de las que carecen hoy en día y para ello necesitan tener programas de desarrollo que les permitan evolucionar. De hecho, el estudio muestra que para prácticamente la totalidad de los encuestados (94%) – ejecutivos de alto nivel como CPOs (95%), CEOs (93%), miembros de la junta directiva (92%) y otros puestos en la alta dirección (94%) – es crucial impulsar el crecimiento y desarrollo de los futuros CPOs. Sin embargo, sólo alrededor de un tercio (35%) considera que estos profesionales están obteniendo el desarrollo que necesitarán.
Para afrontar este escenario, el informe plantea cinco imperativos:
Potenciar la agilidad organizativa
El 99% de los encuestados cree que los CPO deben tener agilidad y valor para evolucionar. Sin embargo, sólo el 35% considera que estos están preparados para responder a la complejidad que adquirirá su rol en el futuro. Será necesario potenciar formas más ágiles de trabajar para asegurar que tanto la organización como los recursos humanos puedan responder a un entorno empresarial en constante cambio.
Impulsar las competencias digitales
Únicamente el 36% de los participantes en el estudio está dispuesto a pensar en cómo se puede utilizar la tecnología para ejecutar el trabajo en el futuro; y sólo una cuarta parte (26%) afirma tener las herramientas y el conocimiento necesario para evaluar nuevas tecnologías. Es necesario desarrollar las capacidades digitales como competencias críticas, así como la comprensión de la forma de aplicar la tecnología digital y la automatización en el entorno laboral. Entender cómo la tecnología está cambiando la naturaleza del trabajo y de qué manera se pueden liberar tareas administrativas y operativas para permitir el centrarse en actividades de mayor valor será clave.
Reinventarse mediante formación y reskilling
Aunque el 94% considera prioritario pasar de la formación puntual al aprendizaje continuo, sólo el 18% está preparado para capacitar a sus empleados. Los participantes en la encuesta también destacan el considerable margen de mejora en lo que se refiere al reskilling.
Sólo el 43% de los encuestados en general y el 31% de los CPOs en particular tiene una opinión favorable acerca del progreso de su organización en el paso de la formación puntual al aprendizaje continuo.
El trabajo se está deconstruyendo en tareas fundamentales que se asignan a la fuente óptima para su realización (e.j. automatización, alianzas, freelances, etc.) y el resto se consolidan en trabajos reinventados. La naturaleza del trabajo está en constante evolución y esto impacta directamente las habilidades necesarias para desempeñarlo. Así pues, las empresas deberán dotar a sus directivos de formación práctica para gestionar continuamente el cambio, ayudarles a ser más versátiles y adquirir habilidades complementarias.
Cultura inclusiva para potenciar el liderazgo
Los CPOs deben posicionar la cultura inclusiva como un imperativo del negocio no como una iniciativa de Recursos Humanos, sin embargo, el informe identifica una brecha entre los CPOs y los CEOs con respecto a sus progresos en este ámbito. El 79% de los CEOs tienen una visión favorable frente al 49% de los CPOs. Será necesario repensar la cultura, la transparencia, la propuesta de valor al empleado y el liderazgo para dirigir a las personas en organizaciones cada vez más fluidas, donde el talento esté facultado para innovar y se sienta partícipe de un propósito común.
Impulsar la ciencia de datos
El informe también pone de manifiesto las carencias existentes en las áreas de análisis de datos y ciencia de la decisión. Solo el 8% indica contar con datos agregados estratégicamente relevantes y fiables, y menos de un tercio (31%) afirma disponer de personal para traducirlos en conocimiento útil. El conocimiento profundo de negocio que tiene RRHH sumado a la utilización de métodos predictivos de análisis de comportamientos y de pensamiento y a la utilización de modelos de riesgos alimentados con tecnologías como la Inteligencia Artificial serán claves para que los CPOs puedan demostrar el impacto de las decisiones sobre el talento en el rendimiento y crecimiento de la empresa.
«A medida que el ritmo de la innovación y el cambio tecnológico se acelera en el lugar de trabajo, los CPOs tendrán que reinventarse a sí mismos», señala Constanza Lobo-Guerrero, directora del área de Talent&Rewards de Willis Towers Watson. «Con la disrupción a la que nos estamos enfrentando, las organizaciones necesitarán líderes fuertes y visionarios, capaces de pensar en la estrategia de personas y talento, y de trabajar con la dirección en la estrategia de negocio. Desafortunadamente, como muestra nuestra investigación, la mayoría de los CPOs no están aún preparados».
«Aunque los CPOs no necesitan ser expertos en tecnología, deben entender cómo ésta puede impactar en el trabajo y en las plantillas», explica Lobo-Guerrero. «Para prepararse para el futuro, los CPOs deben perseguir estos cinco imperativos que destacan las habilidades, comportamientos y experiencia que necesitarán para gestionar el cambiante entorno laboral».