Los fabricantes de smartphone se han declarado como una fuerte competencia para la industria de las cámaras. De hecho, el planteamiento a la hora de escoger una opción u otra estaba claro hace unos años, ya que los dispositivos móviles no ofrecían la calidad de una cámara.
Sin embargo, la situación ha cambiado, debido a que los smartphones han aumentado su calidad fotográfica, mientras que las cámaras han reducido sus ventas. Se trata de un fenómeno que viene ocurriendo en los últimos siete años. Es más, el estudio realizado por Statista revela que los envíos de cámaras por todo el mundo han disminuido un 79% en los últimos diez años.
Por lo tanto, la industria de las cámaras ha pasado de realizar 121 millones de envíos en 2010 a vender un total de 25 millones de unidades en 2017. La tendencia demuestra que el uso de las cámaras se ha relegado a los profesionales, mientras que los smartphones están al alcance de los usuarios en general, para ofrecerles todo lo que necesitan a la hora de inmortalizar sus momentos.
