¿Deben los anunciantes conformarse con una agencia buena a secas?

Deben los anunciantes conformarse con una agencia buena a secas

A la hora de evaluar la calidad de las agencias con las que se proponen colaborar, la mayoría ofrece servicios parecidos. En este sentido, el 80% de las agencias son consideradas por sus clientes como ‘suficientemente buenas’.

En un principio, el cliente se fija en los logros de la agencia en cuestión, pero la verdad es que la creatividad de las agencias es totalmente cíclica. No suelen ofrecer todo el tiempo una gran creatividad, sino que su rendimiento se vuelve menos profesional con el paso del tiempo.

Ahora bien, ¿qué debería hacer un anunciante cuando ve que la agencia sigue su mal camino, a pesar de haberle comunicado la necesidad de un cambio? ¿Debería conformarse con su trabajo o debería buscar otra agencia con aires creativos renovados?

La difícil decisión de romper con una agencia

La decisión de no continuar con una agencia es muy complicada, sobre todo cuando se llevan muchos años colaborando con la misma. Lo cierto es que, no pocos CMOs tardan en tomar una decisión que realmente les pertenece tomar.

Dejando a un lado los sentimientos encontrados, ¿cómo sabe un anunciante si tiene que darle una segunda oportunidad a la agencia con la que lleva trabajando tantos años? ¿Dónde está el límite de lo que es realmente suficiente?

Algo que puede ayudar a aclarar todo este asunto es responder a las preguntas que propone Avi Dan en un artículo para Forbes:

1. ¿Está la agencia cumpliendo con los objetivos de rendimiento previamente marcados?, ¿está acometiendo la agencia las labores que se ponen en sus manos con suficiente excelencia? y ¿está siendo fiel al que era otrora su rol de liderazgo en términos creativos?

A pesar de que existan circunstancias que justifiquen la calidad del trabajo, a nadie le gusta que una agencia no cumpla con su parte. Esta situación resulta en que tanto el cliente como la agencia salgan perdiendo.

2. ¿Está el mercado en posición de ofrecer una agencia mejor a un precio similar?

Algunos anunciantes dudan en finalizar su relación con una agencia por el temor de no saber si podrán encontrar una mejor. Es más, los clientes comienzan a preocuparse por el tiempo, la energía y los recursos que habrá que invertir para encontrar agencias con habilidades, talento y un nivel de dedicación parecido al de la agencia con la que ya colaboran.

Aunque sustituir una agencia no es fácil, no hay que olvidar que existen agencias capaces de aportar la frescura y la diversidad de pensamiento que tanto anhelan los anunciantes. Por consiguiente, los cambios siempre traen desafíos pero pueden merecer la pena.

3. Si la agencia suficientemente buena a secas renunciara hoy mismo, ¿estaría dispuesto el anunciante a luchar por ella?

Esta pregunta es crucial y dependiendo de la respuesta, es posible tomar una u otra decisión. Si el cliente se siente devastado ante la perspectiva de perder a la agencia que ha sido su compañera de batallas durante años, quizás convendría luchar por salvar la relación. Pero si se siente aliviado, es probablemente el momento de buscar la creatividad en otro lugar.

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