En 2018, el 42% de los gastos de los consumidores se invirtieron en artículos de segundas marcas. Así lo indica el informe ‘Las marcas de distribución ante el reto de crecimiento en mercados maduros’. En este sentido, se concluye que, los clientes españoles se decantan por el gran consumo de marca blanca.
Los resultados se deben a la crisis económica que comenzó en 2008, cuando los españoles decidieron ajustar sus gastos a la hora de hacer la compra. De modo que, los caprichos salieron de la cesta y las marcas blancas comenzaron a ocupar gran parte de las despensas de los ciudadanos.
A pesar de que han pasado once años desde aquello, las marcas de distribución siguen siendo muy elegidas por los consumidores, posicionando a España como el segundo país europeo que más gasta en marca blanca. Solo superado por Reino Unido. En concreto, los consumidores españoles han destinado 42 de cada 100 euros gastados en productos de gran consumo en 2018, lo que supone un crecimiento de 0,5 puntos porcentuales, en comparación con el 2017.