La Generación Z, nativa digital por excelencia, se ha convertido en uno de los públicos más exigentes y complejos de alcanzar para las marcas. Su forma de consumir contenido, interactuar con las plataformas y relacionarse con los valores de una marca obliga a las compañías a replantear sus estrategias. En este nuevo escenario, las experiencias híbridas, que combinan lo digital con lo presencial, emergen como una vía eficaz para captar su atención y generar vínculos reales.
Esta transformación en el enfoque del marketing está marcada por la necesidad de autenticidad, inmediatez y conexión emocional. Las redes sociales como TikTok, Instagram o Twitch se han consolidado como canales clave, no solo para el entretenimiento, sino también como fuente de información y decisión de compra. De hecho, según diversos estudios del sector, ocho de cada diez jóvenes consulta opiniones online antes de adquirir un producto o servicio.
Frente a este cambio de paradigma, agencias especializadas están liderando la transición hacia un marketing más integrador y experiencial. Un ejemplo de ello es MCI Spain & Portugal, que apuesta por estrategias que fusionan la interacción digital con el contacto directo. “La clave para conectar con la Generación Z es ofrecer experiencias auténticas y dinámicas”, explica Rudolf Rannegger, director general adjunto de la compañía. “No se trata solo de captar su atención, sino de generar un vínculo real con ellos a través de estrategias integradas y memorables”.
MCI desarrolla campañas que aprovechan el potencial del marketing de influencia, los contenidos gamificados y las dinámicas virales para fomentar el engagement. Pero también reconoce el valor de lo tangible: los eventos presenciales, las activaciones en la calle y las experiencias inmersivas siguen siendo fundamentales para crear una conexión emocional duradera.
Entre sus acciones más destacadas, la agencia diseña experiencias donde los asistentes pueden interactuar con códigos QR, participar en challenges conectados con inteligencia artificial o descubrir instalaciones sensoriales que extienden la narrativa de las marcas más allá de la pantalla.
“El reto actual es lograr que lo digital sirva de puente hacia experiencias físicas que impacten y perduren”, señala Rannegger. Esta visión integrada del marketing responde al comportamiento omnicanal de una generación que exige coherencia, innovación y valores reales.
Así, el nuevo modelo de comunicación con la Generación Z ya no pasa por simples anuncios, sino por vivencias compartidas, donde lo virtual y lo físico se entrelazan para construir comunidades en torno a las marcas. Un desafío que las empresas están asumiendo con creatividad y tecnología para seguir siendo relevantes en un mercado en constante evolución.