Al ver que la audiencia televisiva ha disminuido paulatinamente, las televisiones públicas europeas están buscando alternativas para luchar contra las plataformas de streaming, como Netflix, Amazon Prime o Hulu.
Las cadenas han decidido realizar alianzas con distintos agentes, demostrando así su incapacidad de hacer frente por sí solas a la amenaza de los nuevos competidores.
Por ejemplo, la cadena BBC ha comenzado a negociar con el resto de televisiones públicas europeas, con el fin de revertir la situación del mercado, según indica el diario Sunday Times. El acuerdo se ha llevado a cabo por el temor de que Netflix haya apostado por el contenido local. La situación actual deja ver que los operadores públicos europeos deben posicionarse como proveedores de contenido y progresar en un mercado cambiante.