La gestión de una marca no es una tarea simple. Y es que podrían surgir varios fallos que causen su ruina. El mercado actual exige que estas sean transparentes, honestas y sostenibles, a lo cual hay que sumar que la viralidad está a la orden del día y cualquier éxito o fracaso puede llegar a miles de consumidores en cuestión de segundos.Por consiguiente, las compañías deben identificar los posibles fallos y evitarlos.
Según indica un estudio de IBM, el 70% de los proyectos de reforma las empresas fracasa. Por ello, las marcas deben de estar al día con las necesidades y las tendencias de los clientes.
En este sentido, el logo de la compañía tendría que transmitir sus valores y diferenciarlo de la competencia, sobre todo, ahora que el mercado está sobresaturado de información. Un error común a la hora de crear un logotipo es no saber a qué público objetivo se dirige, por lo que primeramente las marcas deben de personalizar la estrategia de marketing de acuerdo con las tendencias actuales. Así, llegarán al consumidor.
Por otro lado, la construcción de una marca no solo se fundamenta en vender. También, es importante que tengan una comunicación basada en la autopromoción. De forma que, la compañía debe tener claro que los picos de ventas no son la solución a problemas, como la escasez de clientes o la lealtad de los consumidores hacia la marca.