El directivo de KFC detrás de la estrategia de la marca de comida rápida en las redes sociales explica cómo han pasado a ser la marca de más éxito en Twitter o TikTok en España.
Son las 11 de la mañana y el directivo que en KFC se encarga de las redes sociales confiesa mientras toma un café que aún no ha entrado en Twitter a ver lo que su community manager ha publicado. Y no le preocupa. La entrevista acaba pasadas las 12 y Kerman Romeo sigue sin mirarlo.
«Las multinacionales tendemos a controlar mucho lo que se hace o no en redes, pero en KFC hemos optado por ser espontáneos. No aprobamos los contenidos y se publica lo que el community quiere. Tengo confianza total en él y eso nos ha llevado a ser una marca que no parece una marca. Somos un usuario más, un influencer», asegura Romeo, director de Comunicación y Medios de la cadena de comida rápida KFC.
Esta libertad con la que cuenta el responsable de publicar en las redes parece funcionar a la perfección. En 2022, el 30% de las interacciones en redes sociales con marcas en España fueron con la firma del pollo frito. En concreto, desde 2020 hasta 2022, en Twitter los seguidores de la firma han crecido desde los 281.000 a más de 1,1 millones. De hecho, 6 de cada 10 interacciones con una marca en la red de Elon Musk en España son con KFC. En TikTok, donde la compañía comenzó a publicar en 2022, ya cuentan con más de 4,2 millones de seguidores y en Instagram presumen de más de 800.000.
La pregunta es obligada: ¿Cuál es el secreto del éxito? «Tengo que confesar que hay una parte que no tenemos ni idea, hay que ser humildes. Pero también es cierto que hemos optado por una estrategia que funciona muy bien y que se desmarca respecto a otras compañías. Decidimos contratar a un chaval muy joven, casi sin experiencia, y nos decantamos por una estrategia Always In, en la que prima la espontaneidad, la rapidez y la falta de planificación. Somos muy distintos a otras marcas y es gracias a un equipo joven que entiende la cultura actual», asegura Kerman Romeo.
Este planteamiento de marca como influencer ha llevado a la compañía a cerrar acuerdos de colaboración con firmas (como bien haría una Dulceida en sus redes). Se trata de colaboraciones para llegar a más público como con la marca de ropa Kaotiko, con el lanzamiento de camisetas y sudaderas, o con Grefusa para el lanzamiento de unas pipas sabor a pollo frito. «Hemos vendido más de dos millones y medio de paquetes de pipas», añade.
El directivo aterrizó en KFC en noviembre de 2020 tras su paso por marcas como Pernod Ricard, Kellog’s o Coca Cola para encargarse de la estrategia de comunicación y social media de la compañía conocida por su pollo frito. «Los restaurantes habían estado cerrados y no había ingresos, por lo que el presupuesto de márketing era muy bajo. ¿Si no tengo capacidad para invertir en medios cómo hacer para destacar? Pues mediante post no pagados en redes. Ahí es donde creamos la nueva estrategia y decidimos comportarnos como un usuario más. El resultado es que en Twitter somos un influencer más y nuestra inversión ha sido de cero euros», añade.