Mucho hablamos de los mejores influencers de España, y de cómo estos personajes han cambiado para siempre las reglas del juego en lo que respecta, justamente, a su capacidad de influenciar a los seguidores para que consuman productos, contraten servicios, o sigan ciertas conductas que pueden afectar a su calidad de vida para bien… o para mal.
El caso es que, a partir de estas figuras, aparecen otras cuyo comportamiento está generando todo tipo de reacciones en el público y en los analistas, que temen que estas celebridades estén descontroladas, y que acaben perjudicando a los usuarios.
Probablemente el ejemplo acabado de esto que comentamos es el de los fininfluencers, influencers financieros que ofrecen consejos a sus seguidores, relacionados qué deben hacer con su dinero si es que quieren que este rinda más de lo normal.
Un panorama propicio para la desinformación
Claro, en un contexto inflacionario como el actual, son muchos los que buscan soluciones para sus delicadas situaciones económicas, atendiendo a las recomendaciones de estos supuestos especialistas, que más de una vez lejos están de ser expertos.
La propia LinkedIn ya alertaba de este fenómeno hace algún tiempo en esta publicación, advirtiendo que algunas de estas personas realmente no tienen formación específica,
¿Qué precauciones tener entonces?
Frente a la posibilidad de ser desinformado o malinformado por los fininfluencers, cuyas sugerencias no siempre son malas, aunque debemos desconfiar de ellas, hay que tomar unas precauciones, como contrastar aquellas salidas económicas que propongan. Sólo de esa forma podemos estar seguros de no atentar contra nuestros intereses.
