No hace demasiado alertábamos que las redes parecían haber tocado techo en España tras la pandemia por coronavirus, y esa sensación que deja cualquier análisis de la presencia digital nos lleva ahora a preguntarnos por qué algunos las están abandonando.
En concreto, distintas marcas y celebridades están abandonando las redes sociales durante los últimos meses, y tenemos varios casos testigos, como la firma de cosméticos Lush, además de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau o el influencer El Rubius, por ejemplo.
Esto quiere decir que personalidades públicas y empresas están comenzando a pensar que tal vez ya no es buena idea permanecer en estas plataformas, lo que podría germinar una nueva forma de comunicarse con sus seguidores y clientes, una hasta ahora desconocida.
Sus efectos perjudiciales, a juicio
Por supuesto, nadie a estas alturas va a discutir el rol preponderante que redes sociales como Facebook, Instagram o Twitter tienen a la hora de darse a conocer, y de ofrecer productos como servicios. El problema está, por el contrario, en los contraefectos.
En su día, la compañía pionera en cosmética vegana Lush emitió un comunicado de prensa afirmando que abandonaba las redes sociales «hasta que estas plataformas puedan ser un entorno más seguro para quienes las utilizan», después de que un informe interno indicó que una de cada tres jóvenes se sentía peor tras revisar sus perfiles en redes.
Si consideramos que más del 58% de la población mundial utiliza las redes sociales casi diariamente, entonces podemos concluir que esta decisión que proviene de una firma cosmética, que depende de las redes para vender, es una buena medida a futuro.
Qué tanto premien el coraje de Lush y otras celebridades y marcas los consumidores será seguramente el factor determinante a la hora de clasificarlas como valientes… o suicidas.