La crisis sanitaria y económica como consecuencia del COVID-19 ha tenido impacto, de una manera u otra, en todos los sectores, también en el ecosistema emprendedor. Para conocer su alcance, Wayra España, el hub de innovación de Telefónica, ha realizado una encuesta en el que han participado más de 200 startups de Alemania, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, España, Perú, México y Reino Unido.
A pesar de las dificultades, según este informe una de cada cuatro startups considera que la situación actual es positiva para su negocio porque contribuye a acelerar su proceso de digitalización, aunque también piense que la inversión en soluciones innovadoras se verá afectada en el corto plazo. De estas, un 42%% espera que el impacto positivo se refleje en un incremento de ingresos de entre el 20% y el 50%.
Los sectores más favorecidos en el ecosistema emprendedor son, hasta el momento: edtech, fintech y ehealth. También reconocen un impacto positivo en su negocio aquellos proyectos relacionados con telecomunicaciones, teletrabajo, logística/ecommerce, vídeo, dispositivos, ciberseguridad, soluciones cloud y VR.
En cuanto al futuro, los emprendedores son optimistas: solo un 6% de las startups piensa que cesará su actividad de inmediato y un 57% de ellas considera que una vez pase el confinamiento su actividad volverá a la normalidad. Entre las principales tendencias que se verán reforzadas tras esta crisis, los emprendedores destacan: la adopción de canales de atención digital, la digitalización de la pequeña y mediana empresa, el crecimiento de productos que mejoren la eficacia del uso de la nube o, en el caso de Latinoamérica, una aceleración de la digitalización de pagos.
Todas las startups han implementado el teletrabajo y un 85% afirma haberlo hecho con total normalidad y sin que esto haya afectado a la dinámica de su negocio. No es de extrañar, por tanto, que el 72% de los emprendedores prevea mantener o aumentar su número de empleados durante los próximos tres meses, un dato que en España se sitúa un punto sobre la media internacional. Menos del 20% planea despidos y solo el 9% contempla reducciones de jornada.
Si la crisis se prolonga un periodo mayor de tres meses, los datos no son tan halagüeños. Así, el 20% de los emprendedores cree que sus proyectos no sobrevivirán si eso sucede. Los emprendedores priorizan ahora la gestión de la liquidez, al prever caídas en sus ingresos de hasta el 50% respecto a lo previsto, y una mayor dificultad para financiarse los próximos meses. Para esta gestión, las medidas adoptadas con mayor frecuencia son la reducción de costes operativos, del número de empleados y de la inversión en marketing.
De acuerdo con los resultados del estudio, las startups que perciben un mayor riesgo son aquellas a las que la crisis ha encontrado en búsqueda activa de inversión, situación en la que se encuentra el 54% del total. Entre ellas, las más afectadas serían las startups de turismo, retail y servicios para el hogar, también aquellas startups B2B cuyos productos requieren un cierre de la venta presencial.
El informe realizado por Wayra observa una mayor preocupación entre las startups europeas por intentar paliar los efectos de la crisis llevando a cabo planes de contingencia (66%) frente a las startups de Latam (34%), posiblemente debido a una más temprana y severa expansión de la pandemia en el continente europeo.
No obstante, parece que los emprendedores europeos estaban preparados: un 60% ya tenía un plan de choque preparado desde el comienzo de la crisis, porcentaje que sube hasta el 62% en el caso de España. Además, las startups han puesto también en marcha planes de retención de clientes (60%), entre los que se encuentran, por ejemplo, descuentos por pago anual o cancelaciones sin coste.
Los emprendedores están apostando , en muchos casos, por reorientar sus modelos de negocio para apoyar a la sociedad en el momento actual. En concreto, el 59% de las startups está liderando acciones orientadas a generar un impacto positivo durante la crisis, dato que en España sube un punto hasta alcanzar el 60%. Las más frecuentes están relacionadas con el desarrollo de contenidos gratuitos y las licencias para centros de salud y sectores afectados. Entre las iniciativas más destacadas se encuentran: la producción de material sanitario con impresoras 3D, el transporte gratuito para trabajadores sanitarios o el desarrollo de aplicaciones junto a los gobiernos para el testeo y trazabilidad de los empleados sanitarios, aunque hay muchísimas más.