El comercio electrónico se ha expandido entre pymes y negocios durante los últimos meses, como resultado del confinamiento. Esta situación se ha presentado como una forma de culminar una tendencia que estábamos viviendo en los últimos años, dejando al retail tradicional entre la espada y la pared.
Y es que, las pymes han sido entre las últimas en apostar por esta tendencia, ya que el canal online se ha presentado como su único bote salvavidas para seguir a flote entre la competencia. Por su parte, los consumidores, aunque mostraban cierta desconfianza en las compras online, han comprobado que el canal online es fácil y cómodo, por lo que ya forma parte de su rutina diaria.
Ahora bien, el truco de comprar por Internet está en conseguir que los consumidores lleguen a ser clientes fieles. La mayoría de las compañías se centran en aumentar la cartera de clientes a través de la publicidad, los descuentos, contenido con influencers y estrategias por el estilo. Sin embargo, el esfuerzo se debería enfocar hacia la fidelización de los clientes.
Una de las razones es que, un cliente se convierte en rentable para una tienda online a partir de la segunda compra, ya que la inversión de recursos busca la captación de clientes. Una vez que el consumidor opta por la misma opción de compra, ésta se vuelve recurrente y a su vez implica una fuente de ingresos más o menos fija a largo plazo.
De hecho, los clientes fidelizados aportan publicidad gratuita y mejoran la reputación de una compañía. Todo se verá reflejado en un incremento del tráfico y de las ventas. Son muchas las herramientas que pueden conseguir mantener una cartera de clientes automáticamente.
Justo después de la venta, el proceso de fidelización cobra mayor relevancia y en este momento es cuando se puede automatizar. En este sentido, la agencia de diseño web y expertos en Prestashop, Weblidera, ha dado a conocer la efectividad del marketing automático como herramienta de fidelización.
El marketing automático es capaz de construir una relación con el cliente y entablar vínculos. Para ello, el sistema recurre a los datos recogidos durante el proceso de compra que permiten conocer mejor a los clientes, adaptar la estrategia y personalizar así las comunicaciones.
Las herramientas de marketing automático se encargan de dividir los datos y programar los flujos de trabajo, dependiendo de las distintas etapas o situaciones en las que se puede encontrar un cliente. Con antelación, el sistema se centra en crear una segmentación correcta que permita el funcionamiento automático con posterioridad.
A partir de ese momento, la herramienta administra todo el proceso, el cual comienza en la segmentación de nuevos datos y sigue con aquellos clientes hasta el envío de comunicaciones. Si el email marketing se emplea de forma coherente y estratégica, se puede convertir en la mejor forma de mantener y trabajar la relación con los clientes, así como aplicar diferentes técnicas de fidelización.
La primera etapa es la sorpresa, donde se potencia el sentimiento de exclusividad informando con antelación de novedades o períodos de rebajas. El segundo escalón es el conocimiento, es decir, adelantarse a las necesidades de los clientes u ofrecer el producto justo en el momento más vulnerable. Por último, la escucha mediante los feedback y la interacción aportan una mayor cercanía a los clientes y permite mejorar el trato personalizado.
